sábado, 6 de noviembre de 2010

Portuario.

Es tanto
lo que extraña el navegante
que va
sacudiéndose y amacándose.
Es tanto
lo que extraña el navegante
que le da
por sarandearse, por tambalearse.
Echando tanto de menos el mar,
pateando charcos en la calle,
volviendo al muelle ya tarde,
después de salir del bar.
Richard J. Posse

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esto realmente resuelto mi problema, gracias!